You are my reason why

 

Hay gente a quien quieres más de lo que te quieres a ti y no sabes por qué. Y tú sigues trabajando en quererte y es cierto que cada día lo haces más, pero sigues queriéndolos demasiado porque te hacen ser mejor y te ayudan a valorarte. Y si te quieres, quieres y si te quieren, quieres. Y es un pez genial y muy divertido que disfruta mientras se muerde la cola. Y no hace falta decir nada más, no hace falta verlos cada día, no hace falta hablar siempre y no hacen falta quejas. Es necesaria la magia que hace que esto no sea necesario. Es necesario cuidar, querer, saber y confiar. Hace falta ser transparente, comunicar, entender.

Hay días en los que miro una foto... Sí, soy de mirar fotos. Hay días que miro una foto y pienso y escribo y me salen palabras mientras realmente en mi cabeza solo tengo a esta gente. Mis dedos bailan solos y mañana tal vez tendrán agujetas. Y esta foto me transporta y cierro los ojos y ya no veo los márgenes porque estoy allí. Estoy en ese lugar, con ella, con él, y se me dibuja una sonrisa que sí que es real. Nos miramos, reímos más. Suena una canción, nos acompaña un dibujo, hay desorden, alegría, hace calor y caminamos en tirantes o hace frio y nos queremos debajo una manta, mirando una película de esas que hacen pensar y se recomiendan. Y una vela quedará encendida hasta morir porque no nos levantaremos del sofá o de la cama para apagarla. Y también nos acompaña ese olor a que ayer encendiste incienso pero hoy ya no. Nos gusta, es el olor que nos recordará a felicidad.

El humo de la vela se me cuela en la nariz, estornudo, abro los ojos y seguís dentro de mí. Si te tuviera aquí te abrazaría siendo muy consciente de todo tu ser, para recordar tu cuerpo cuando no estés. Para todos vosotros: amor incondicional y un echar de menos infinito. Un echar de menos guai, sabiendo que el otro es muy feliz y si no lo es... ei, aquí estoy! No se cuidar mejor, espero que me sigáis queriendo.

Y no hace falta añadir nada más.